El comercio electrónico mundial sigue acelerándose y se espera que alcance los 4,5 billones de dólares en 2021. El gasto mundial en línea aumentó un 18% en 2018, según Internet Retailer. El vibrante crecimiento ofrece una importante oportunidad a los minoristas que están dispuestos a salir de las fronteras de su país y vender a nivel internacional. De hecho, un reciente informe de Nielsen reveló que el 57% de los compradores adquirieron algo en un minorista extranjero en los últimos seis meses.
En general, el panorama mundial es prometedor. Según un informe de 2018 de las Naciones Unidas, la economía mundial vuelve a crecer por fin tras un periodo de estancamiento sostenido. Al margen de las dudas que suscita cierta inestabilidad política — sobre todo el Brexit y las guerras comerciales dominadas por Estados Unidos y China — la economía mundial está experimentando un aumento de la inversión y el comercio, una mejora de la actitud de gasto tanto de las empresas como de los consumidores y unas mejores condiciones del mercado laboral. Además, el comercio transfronterizo está aumentando, ya que los consumidores miran más allá de las fronteras de su país para conseguir los bienes que desean.
Aunque la expansión del comercio electrónico internacional es una oportunidad de crecimiento clave para los minoristas con sede en Estados Unidos y Europa, puede ser una empresa desalentadora para embarcarse. Aquí exploramos lo que hay que tener en cuenta y las oportunidades de venta al por menor a nivel internacional que hay que aprovechar.
Cosas que hay que tener en cuenta al internacionalizarse
El mundo es un lugar diverso, con consumidores internacionales que aportan sus diferentes expectativas. Si su negocio se expande más allá de las fronteras, hay algunas cosas que puede considerar:
Métodos de pago
Los clientes de diferentes países prefieren pagar de diferentes maneras. Mientras que los compradores de Estados Unidos prefieren el crédito, el débito, PayPal, PayPal Credit y Google Checkout, el débito es una forma de pago muy popular en el Reino Unido. En Rusia, el dinero en efectivo sigue siendo el rey. Hay que establecer una infraestructura de pago que se ajuste a las preferencias locales.
Localización de productos y contenidos
Hay que personalizar el producto y el contenido para cada mercado. Eso significa que hay que entender las preferencias locales de los productos, las descripciones, las imágenes y las normas de seguridad.
Idioma
Aunque el inglés se habla mucho en otros mercados, los minoristas deben evaluar si deben traducir el contenido de sus sitios web. Algunos minoristas optan por traducir sólo partes de su sitio web, mientras que otros traducen sitios enteros. Siempre que se traduzcan contenidos, hay que localizarlos y comprobar su exactitud.
Fijación de precios
Los aranceles e impuestos pueden elevar considerablemente el precio final de los productos. Es fundamental entender cómo afectarán estos cargos a las ventas y los precios. Algunos mercados en línea son extremadamente sensibles a los precios; otros no. El envío internacional es otro aspecto del precio que puede ser un factor decisivo para los compradores en algunos mercados (véase más abajo).
Envío
Los gastos de envío también pueden afectar significativamente al precio de la transacción, especialmente en el caso de los envíos internacionales. El coste que supone para el minorista el cumplimiento de los pedidos variará significativamente en función de la ubicación del inventario y de los socios que haya contratado.
Riesgo
La expansión a nuevos mercados implica atender a clientes con los que no se tiene un historial de transacciones. También puede enfrentarse a diferentes restricciones en el uso de datos que pueden ayudar a identificar si un pedido es legítimo o fraudulento.
Los países de las oportunidades
Hay oportunidades de comercio electrónico en todo el mundo, pero es esencial comprender el tamaño del mercado, sus dificultades y cómo tener éxito. Por supuesto, los distintos países presentan diferentes oportunidades de mercado que deben ser exploradas.
China: la tierra de las oportunidades florecientes
China sigue siendo la versión superdimensionada del comercio electrónico en comparación con el resto del mundo. Los ingresos del ecommerce chino en 2018 fueron casi tantos como los de Estados Unidos y Reino Unido juntos. Las ventas minoristas por Internet ascendieron a 7.18 billones de yuanes (US $1.149 billones).
La ropa es el producto más popular para comprar en línea, seguido por los alimentos y bebidas y el calzado y los artículos de aseo. Los consumidores chinos no confían en las tarjetas de crédito. La mayoría utiliza el pago contra reembolso o Alipay, un sistema de pagos digitales surgido de Alibaba. Los consumidores también esperan una entrega rápida y gratuita, y basarán sus decisiones de compra en la capacidad de la empresa para ofrecerla, así como en la promesa de devoluciones gratuitas e indoloras.
Japón: la conveniencia reina
Japón es el tercer mercado de venta online del mundo (después de China y Estados Unidos). En los últimos años ha crecido aproximadamente un 9% al año, y el 74% de los consumidores compran regularmente por Internet.
La electrónica y los medios de comunicación son actualmente la principal categoría de productos en Japón para las ventas en línea, con 23.7 millones de dólares. Curiosamente, las dos principales razones por las que los consumidores japoneses compran en línea se basan en la comodidad. Un 71% mencionó poder comprar en cualquier momento y al 62% le gusta "no tener que salir a la calle".
El 75.5% de los compradores japoneses prefiere utilizar tarjetas de crédito o débito en línea, frente al 4.5% que prefiere pagar con efectivo a la entrega.
Alemania: amantes de lo online
Un 92% de los internautas alemanes ha realizado alguna compra online en los últimos 12 meses. Incluso el 89% de los usuarios de Internet mayores de 65 años han comprado por Internet en el último año. Alemania sólo está por detrás de Estados Unidos y el Reino Unido en el comercio electrónico transfronterizo, por lo que los compradores en línea buscan constantemente más allá de Alemania para adquirir productos atractivos.
Los métodos de pago favoritos de los alemanes son las tarjetas de crédito o débito (29%), las facturas (26%) y los pagos digitales (22%). Está claro que los pagos son diversos en Alemania, por lo que ofrecer una gama de opciones de pago en la caja es esencial.
Dado que los consumidores prefieren comprar en comercios locales reconocidos, los vendedores internacionales deben crear un sitio web local con el .de dominio.
Francia: un mercado en proceso de maduración
Aunque no es dominante, la venta online en Francia sigue creciendo. Al igual que en muchos países, el gasto en línea suele aumentar a finales de año, y alrededor del 20% de las ventas se producen durante la temporada de vacaciones. Un 80% de los consumidores franceses comparan los precios antes de comprar y las ventas flash han ganado en popularidad.
Los consumidores franceses esperan una experiencia de compra realmente "impecable" que combine comodidad, rapidez, fiabilidad y seguridad periódica sobre el estado de sus paquetes en el proceso de entrega. Debido a las expectativas de los clientes, probablemente tendrá que ofrecer varias opciones de entrega.
Corea del Sur: compradores móviles
El comercio electrónico es fundamental para los consumidores de Corea, donde el 99.2% de los hogares tiene acceso a Internet. Los consumidores tienden a mirar los escaparates de las tiendas tradicionales y luego se conectan a Internet para encontrar las mejores ofertas.
El comercio electrónico móvil está impulsando la explosiva expansión del comercio electrónico en Corea del Sur. Mientras que las compras online crecieron un 19.2% el año pasado, el ecommerce móvil aumentó un 34.6%. Las transacciones móviles representaron el 61.1% del valor total del mercado de las compras en línea. Los consumidores coreanos se preocupan sobre todo por el precio cuando compran por Internet.
Canadá: abierto a los negocios
El comercio electrónico ha tardado más en arraigar en Canadá debido a la baja densidad de población, los elevados costes de envío y los impuestos sobre las ventas relativamente altos. Pero parece que eso está cambiando.
La moda es la principal categoría de ventas, seguida de la electrónica y los medios de comunicación. Las compras transfronterizas son muy fuertes en Canadá, sobre todo en los sitios web estadounidenses. La mitad de lo que compran los compradores en línea en Canadá procede de sitios extranjeros. El 75% de los compradores canadienses considera que el envío gratuito es fundamental a la hora de decidir en qué sitio comprar.
Rusia: gurús de la comparación
Según la Asociación Rusa de Empresas de Comercio por Internet, las ventas transfronterizas representaron una cuota del 37% de las transacciones online en 2017. Los rusos tienden a comparar mucho en Internet antes de comprar: el 58% de los consumidores compararon productos, precios y características en Internet antes de comprar.
Los consumidores rusos desconfían de la seguridad de las transacciones de comercio electrónico en línea. El pago contra reembolso es el principal método de pago (80%). Los compradores online, sensibles a los precios, también gravitan hacia las tiendas que ofrecen precios más bajos y adquieren el 50% de sus productos online con descuentos y ofertas especiales.
Brasil: potencial móvil
Brasil es la mayor economía de América Latina. Cuenta con 140 millones de usuarios de Internet, de una población total de más de 207 millones, lo que representa el 42% de todo el comercio minorista en línea de América Latina.
Brasil es el quinto mercado mundial de teléfonos inteligentes. Las transacciones móviles, que representan el 27% de todas las compras en línea, están creciendo. A los brasileños también les gusta pagar a plazos. En 2017, solo la mitad (49.8%) de las ventas online se realizaron en un solo pago.
Sin embargo, el comercio internacional con Brasil puede ser difícil. No sólo los impuestos son muy elevados para los productos extranjeros, sino que las aduanas pueden ser muy lentas. Pueden pasar hasta cinco semanas antes de que la aduana entregue los productos al cliente. Lo ideal es que las marcas y los sitios web estén registrados en el país.
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